Capitulo 6. Ataque frontal - Alois Trancy I
El atardecer caía a las calles de Valquiria, Gurrel
y Sebastian aun permanecían sentados en la habitación.
- De acuerdo es hora de merendar vamos
continuaremos en el jardín la entrevista – ordena el hombre.
-he... de
acuerdo como usted ordene – repone el invitado.
Ambos hombres salieron de la habitación y se
dirigieron a la cocina, en una impresionante mesa muy bien arreglada yacía la
comida servida.
-Evan, lleva la comida al jardín por favor –
ordena Sebastian.
- Enseguida la llevo señor – responde el anciano.
Ambos sujetos salieron al jardín y en una nada
discreta mesa del jardín se sentaron, la sombrilla dejaba el espacio suficiente
para la comodidad de ambos, aquel anciano llego con platillos muy exóticos y
suculentos, ellos comenzaron a degustar de dicha comida. Pasadas unas horas ambos hombres terminaron de merendar y se
quedaron en el jardín y continuaron con la entrevista.
- Bien, ya tengo cinta nueva – indico el joven –
podemos continuar, dígame que sucedió a partir de esos días – comienza el.
Pasado un poco de tiempo las repetidas y continuas
peleas contra Ciel se volvieron tediosas y aburridas, pero era evidente que ambos
habíamos mejorado en nuestras habilidades, pero aun que el desarrollo de Ciel
era paulatino si logro mejorar... pero a un así
Valquiria estaba lleno de enemigos y personas muy fuertes y poderosas.
- Pero había una a la que yo quería derrotar con
tantas ganas – añade Sebastian apretando los dientes.
-Derek Trancy... – repone Gurrel.
- Si- confirma Sebastian.
Mi único objetivo era demostrarle a toda la
familia Trancy que los Phantomhive no éramos una familia débil como aseguraban
ellos, pero era definitivo que después de derrotar a Derek iría tras Alois
Trancy. Un día decidí no seguir con la rutina de los entrenamientos y Salí a
caminar por el bosque, mi subconsciente me llevo a la llanura de siempre al
llegar, las imágenes de mis recuerdos me volvieron a dar la motivación para
volverme fuerte y recordar el por qué estaba haciendo todo esto los días
anteriores.
- ¿Qué sucedió con Alois? – pregunto Gurrel.
- Eso mismo
me pregunte la tarde que regrese a la llanura pero me encontré con una muy
inesperada sorpresa – agrego Sebastian.
Esa tarde cuando llegue y me recargue en aquel
árbol donde había azotado el cuerpo de mi hermano la ultima ves contemple
perdidamente el anillo de Alois y conforme lo miraba los recuerdos de esos
pasados días regresaban a mi, no podía dejar de contemplar la fisura de aquella
elegante jema.
- Entonces una voz me interrumpió...- comenta
Sebastian.
- Precioso anillo el tuyo chico... pero muy
peligroso si sabes lo que representa – me dijo un hombre que se escondía detrás
de el mismo tronco que yo.
Me gire sorprendido y lo mire, tenía un aspecto
muy informal, lucía un pantaloncillo
militar y una camiseta negra, con unos guantes de cuero negro.
- ¿Quién... quien eres tú? – tartamudee al
preguntar.
- yo... simplemente soy un enviado a cumplir una
misión muy importante- me respondió sin parpadear ni dejar de mirar el anillo.
- ¿Ordenes? – lo cuestione incrédulo.
- sí, he sido enviado para cumplir una orden que
tiene que ver contigo, y bueno yo odio tanto rodeo de este tipo de cosas – me
dijo mientras lentamente se acercaba hacia mí.
- ¿Qué orden... y que tiene que ver conmigo? – lo
cuestione nuevamente mirando su rostro.
- La orden... de asesinarte. ¡¡ASI QUE!! –
En ese momento aquel sujeto me ataco de una forma
violenta con una especie de navaja y no pude evadir aquel ataque debido a la
velocidad con la que me ataco.
- ¡Muere Sebastian Phantomhive¡ -
En ese momento sentí terriblemente como aquella
navaja me atravesaba el costado izquierdo de mi cuerpo... la verdadera razón de
no evitar ese ataque fue porque me percate de todo... sabía exactamente quien
había ordenado aquel ataque... el hecho de haberme dado cuenta de que fue Alois
Trancy quien había ordenado hacer eso, por esa razón no me pude mover de el
impacto.
- ¿Me está diciendo que su mejor amigo de la infancia
lo mando a asesinar?- pregunto Gurrel.
- Si así es...- respondió el hombre bajando la
mirada observando el pasto recién podado del jardín.
- ¿Por qué dice eso, como lo sabe? – inquiere el
reportero.
- Porque solo Alois me llamaría por mi nombre
completo, y además solo el sabría que yo estaría en esa llanura – responde
Sebastian sin titubear y mira a la nada.
En ese momento el dolor de mi cuerpo se volvió
insoportable, en verdad los recuerdos de nuestra amistad regresaron a mi mente
y el dolor de mi corazón y mi mente se volvieron aun más insoportables, realmente
mire al hombre y alce la mano de mi anillo y como un espejo de fotografía de mi
amistad con Alois se destrozaba en un segundo entonces acepte que Alois ya no volvería
a ser mi amigo.
- Tu... ¿fue... Alois Trancy... quien te lo
ordeno... verdad? – le pregunte lentamente con el dolor expulsándose por mi
voz.
- No... te equivocas... fue Claude Lixt su
mayordomo – me respondo al instante.
. Sabía que Alois habría obedecido las ordenes de
su mayordomo aun así... no entiendo como es que... –
No pude completar la oración me comenzaba a
desangrar y el dolor me impedía el habla.
En ese instante comencé a recordar la infancia de
Alois Trancy en lugar de recordar la mía,
recordaba a un niño con una gran sonrisa en los labios cuando el día de su sexto cumpleaños recibió un hermoso anillo blanco
de parte de sus padres, el mismo día que se volviera mi mejor amigo.
- ¿Cómo era Alois Trancy? – pregunto Gurrel.
Alois era un niño lleno de una energía que irradiaba
luz y alegría, siempre conseguía lo que el quería, no le gustaban los limites, además
siempre tuvo el estatus familiar muy presente y siempre cargaba con una gran
sonrisa en su rostro, esa misma sonrisa que despertó el día en que Alois y yo
nos conocimos, en verdad cambio nuestras vidas, tal ves por esas simples
razones Alois me cayo tan bien desde el primer
día, tal ves también por eso nuestra amistad creció mucho en tan pocos años.
Pasados los años Alois me propuso entrenar hasta
que ambos despertáramos el poder de nuestros sharingan, el siempre que estaba
molesto con migo me decía por mi nombre completo.
Alois nunca se abría mucho con la gente, me hacía
pensar más en cómo era posible que llegáramos a ser tan amigos.
-Pero el hecho de recordar todo ello hacia que el
momento que estaba viviendo fuese más doloroso – añade Sebastian.
Siempre supe que lo que más en común teníamos Alois
y yo era que ambos odiábamos el hecho de que nuestras familias nos guardaran
tantos secretos. Alois siempre estaba seguro de lo que hacía y me hacía pensar
que el seria siempre más fuerte que yo, por el hecho de pertenecer a la familia
real de Valquiria. Por el hecho de que la familia Trancy, la familia real era
la única que sufría una transformación diferente y superaba el sharingan del
llamado ”cuarto destello” y se elevaba a un nivel mas fuerte conocido como “Get
Sharingan”.
- Lo que entonces hacia evidente que Mikaell fuera mas misterioso, además de que
Alois siempre quiso tener un hermano menor con quien pelear... tal ves esa era
otra razón por la cual Alois me tenia envidia – narra Sebastian recargando su puño en su mejilla izquierda y mirando el
amillo del mismo.
- ¿Qué paso con el ataque? – cuestiona Gurrel.
En esos minutos el emanar incesante de mi sangre
me saco brutalmente de la burbuja de pensamientos y me hiso prestarle atención
nuevamente a aquel hombre.
- Oye tu...dime... ¿Cuánto te pagaron por hacer esto?... ¿Cuánto valgo?...
¿Cuánto vale mi vida para Alois Trancy?... – lo cuestione como pude.
- jejeje – él se rio de una forma muy burlona. – Realmente
muy poco Sebastian Phantomhive... al parecer les importas lo que un insecto –
me respondió casi al instante.
En ese preciso momento entre en shock... mi mundo
se despedazaba lentamente... sabía lo que valía para Alois Trancy y sin saber de
dónde saque las fuerzas mire a aquel sujeto y vi el rostro de Alois con aquella
sonrisa infantil y inocente en el... cerré los ojos negando su recuerdo... al
abrir los ojos vi el rostro mal herido de mi hermano Ciel y ya no pude quedarme
así como así... como pude levante mi mano izquierda y golpee con tanta rabia a
aquel tipo el cual cayo al terroso suelo y me saque la navaja de el costado, entonces...
contemple el rostro de Claude Lixt en aquel sujeto... sentí que perdía el control
de mi cuerpo y ataque de una forma maquiavélica al sujeto fuera de balance en
el momento que planeaba clavarle la navaja en el pecho...
- Mikaell irrumpió la pelea – dice Sebastian irrumpiendo
su narración.
-¡¡SHARINGAN DEL SELLO “CAPSULA DE COSMOS”
ENCIERRA SU PODER¡¡ - grito el detrás de mi espalda.
-¡¿Qué?!- me gire para verlo pero el destello era
demasiado grande y me segó completamente.
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Por favor respeta esta obra y no la robes ni la modifiques considera que es para entretener a lectores con nuevas formas de lectura y me cuesta mucho esmerarme para que esto salga bien a si que por favor respeta los derechos de autor.Por tu comprensión Gracias.