Cuando vi esos horrorosos
ojos en Alois pude percibir esa maldad que se expulsaba de su interior, me estremecí
al sentir esa energía oscura.
-
Jajaja… no me
vencerás Sebastian – dijo el.
En ese momento Alois ya había comprendido que su
Sharingan estaba activo, finalmente después de casi siete años de pelear uno
contra el otro, la primera pelea real se daría con lo que siempre deseamos
juntos… el Sharingan.
Un rayo golpeo el suelo
brutalmente no muy lejos de donde
estábamos, el resplandor provocado por la luz expedida por el rayo ilumino la
mitad de la cara del que ahora era mi enemigo, solo vi como una sonrisa
diabólica se asomaba de los labios de Alois Trancy.
-
¡El poder del
Sharingan, obedezca al futuro rey de valquiria¡ - exclamo.
Alois se acercó corriendo
hacia mi, en un movimiento anterior mente rápido, que ahora veía en especie de
cámara lenta pude adivinar hacia donde iba dirigido el brozo derecho de Alois,
entonces lo bloquee con mis brazos unidos frente a mi rostro, el golpe fue tan
fuerte que no pude evitar retroceder unos cuantos centímetros.
-
Y la batalla
dio inicio – dijo Sebastián al ponerse de pie.
Gurrel en movimientos
rápidos remplazo la cinta de su grabadora, esperando captar toda la gran
narración que Sebastián anunciaba con su mirada.
-
Finalmente ocurrió
Alois – lo mire. Tu y yo cumplimos nuestro deseo – añadí tomando posición de
ataque en respuesta de su golpe – ahora descubriremos quien es el mejor.
-
Bien dicho Sebastián
Phantomhive – se preparo.
Entonces ambos activamos
nuestros Sharingan y nos miramos, en ese momento, millones de imagines pasaron
frente a mi de aquellos recuerdos de mi amistad con Alois, amistad que se enfrentaría
a su destino aquel día
-
Alois Trancy…
-
Sebastian
Phantomhive…
La primera gota de lluvia
callo entre nosotros, el cosmos se mesclo radicalmente y en cuanto oímos el
chocar de la gota de agua contra la tierra, corrimos uno contra el otro.
El primer golpe colisiono
mi anillo de la mano izquierda y el suyo en la mano derecha. Después de tan
tremenda colisión, me aleje de el rápidamente mire a mi alrededor en mirada
fugaz y ataque, mis golpes y movimientos eran considerablemente mas rápidos y
mas fuertes que antes, pero sin embargo la destreza y reflejos de Alois también
lo eran. Gira mi cuerpo hacia atrás para posicionarme meros, sentí en su
totalidad el arrastre de mis pies que levantaba el polvo del terroso piso que empezaba
a mojarse en casi su totalidad.
-
Interesante
Sebastian pero ahora voy yo – anuncio su ataque sin dejar esa sonrisa de lado.
Alois
se acercó violentamente hacia mi, no dude ni un momento y me enfoque en sus movimientos,
era algo impresionante, pero ahora tenia el poder del Sharingan de mi lado.
Alois me ataco por alguna extraña razón esta vez no pude bloquear su ataque,
ese golpe brutal me impacto en el rostro, la magnitud del mismo me hiso caer al
piso y alejarme de el unos metros, las gotas incesantes de lluvia me obligaron
a re accionar rápidamente, al levantar la mitad de mio cuerpo, pude percatarme de
un liquido ligeramente mas espesa que las gotas de lluvia… comencé a sangrar.
En tanto me percate de ello Alois ya estaba frente a mi, pero logre golpear sus
pies con los míos sacándolo de balance, en ese momento me incorpore a medias
como pude y lo golpe en el abdomen. Aquel golpe lo hiso retroceder, mis manos
se apolaron en el ya lodoso terreno, sin perder ni un momento me hacer que
hacia Alois y le regrese el mismo golpe en el rostro, el no movió su cuerpo
pero su rostro fue obligado a mirar hacia lado izquierdo y al momento de
devolver su mirada hacia mi su berozo izquierdo también me golpe, bloquee
exitosamente ese golpe pero su brozo derecho me golpeo el mentón, aquel anillo
se marco en mi piel, resistí la onda de choque y no caí al piso pero mis zapatos
desgastados se hundieron mas en el lodoso suelo, en un esfuerzo desenterrando
mis zapatos del lodo me balance para poder golpear su rostro con mis pies, el
golpe fue certero pero no retrocedió ni un milímetro, al mirarlo de nuevo el empezó
a emanar sangre de la boca donde había impactado mis ataque. El solo seguía sonriendo,
esos ataques pasaban tan rápidamente que cada golpe coincidía con el chocar de
un rallo contra el suelo.
-
Jajaja – se burlo
escupiendo sangre. Sigues siendo tan débil aun con el Sharingan Sebastian.- añadió
a su comentario sarcástico y burlón -
-
Pues por tus
heridas no lo creo Alois – le respondí sonriendo le a la cara. Si tanto estas convencido
venga, ven y demuéstramelo.
-
Jajaja, ¡ya
te lo demostrare¡ - me grito al momento que se acercaba nuevamente hacia mi.
Los ataques se volvieron más brutales cada ves y cada ves la acción se volvía
mas rápida la acción, no podíamos controlar nuestros propios poderes, esta ves
los golpes eran todo certeros, ahora se trataba de la fuerza para dañarnos uno
al otro, eso se volvió una casería de sangre. Todos y cada uno de esos impactos
causaban el emanar de sangre y graves cortaduras al oponente. Alois Trancy tensaba
su mirada poco a poco, pero no dejaba perder esa sonrisa de alegría y satisfacción
de su mal herido y sucio rostro su cabello dorado de había tornado rojizo y sucio
completamente empapado de lodo, pasto y agua. Esa pela, golpe tras golpe, era
un reclamo que dejamos pendiente, una lagrima que no derramaos por hacernos los
fuerte, pero mas que nada era el odio y la amistad que nos teníamos en ese
momento.
-
¡¡Eres débil,
y nunca me derrotares¡¡ - exclamo furioso.
-
¡¡No me
subestime mas¡¡- le replique.
En ese momento mi mano
derecha colisiono de frente con su mano izquierda, y en un movimiento casi
involuntario respondimos con la otra mano ambos, su anillo golpeo me pómulo del
rostro y el mio lo hizo igual, aun que ninguno de los dos quería retroceder ni
un milímetro, golpe a golpe nos íbamos moviendo de posición de combate, todo
nuestro trayecto de batalla quedo sellado con la sangre que se iba derramando detrás,
pero ese golpe al unísono fue tan brutal que ambos caímos al piso, mis oscuros
cabellos se encontraban ya totalmente mezclados con el pasto pequeño que se había
desprendido como resultado de la pelea, estoy seguro, ambos miramos al cielo
complacidos de todo lo acontecido en esta batalla. Ambos nos levantamos rápidamente
y nos miramos fijamente a los ojos, su ojos azules se habían vuelto mas oscuros
y mis ojos castaños resplandecían de alegría, alegría que no comprendía, pero
aceptaba, entonces sonreímos uno al otro y los Sharingan re aparecieron en
nuestros ojos.
-
Somos familia..
y aun que no nos guste así será – le anuncie.
-
Nunca te
aceptare inferior Phantomhive –
Esas palabras repitieron
en mí el odio y asco deseo de acecinar a Alois Trancy. – ¡¡BASTA¡¡ - corrí
hacia él y comencé a golpearlo como en ningún otro momento de la pelea, mis
golpes eran ráfagas todas y cada una de ellas certeras, en mi cabeza solo veía aquellos
viejos recuerdos de m amistad con el pero contrastaban con los recuerdos de la
pelea contra mi hermano Ciel. Todo el odio y recelo de mi corazón se transformo
en fuerzas para seguirlo golpeando.
Cuando finalmente me sentí
satisfecho, deje de golpear a Alois y aprecie su inmóvil cuerpo mal herido
tirado en el piso recargado en un árbol que tenia como prueba de mi ataque
manchas de sangre sobre el, en sus ojos el Sharingan se había desvanecido, sus
ojos azules se volvieron grises y me miro sin movimiento alguno. – Felicidades,
has mejorado… - me felicito. Pero sin embargo... nunca podrás derrotarme.
Al momento de articular esas
palabras el Sharingan de Alois se reactivo y no lo puedo asegurar, pero podría decir
que su anillo parecía brillar, se puso de pie tambaleante y me miro con rabio y
odio en esos ojos… entonces me ataco de la misma o mas terrible forma que mi ataque anterior, simplemente
no pude bloquear ninguno de sus golpes, comenzó a golpearme el rostro con la
mano de su anillo, me sentía desfallecer, ya no tenia energías para responder
el ataque – ¡¡Nunca serás como yo¡¡ - exclamo gritando mientras me seguía
golpeando. Siempre te derrotare. ¡¡Sharingan¡¡ - grito. Pude ver como ese
destello en su ojo giraba en 360 grados, el cosmos se volvió totalmente maligno
y escalofriante.
-
¡¡Ataque destello
real¡¡- grito.
-
¿Qué es eso?
Entonces Alois me golpeo
directamente en el rostro… lo ultimo que recuerdo antes de perder el conocimiento
por la magnitud de ese ataque fueron esos ojos Sharingan llenos de horro, odio
y maldad pura, entonces desfallecí.
Gurrel quedo perplejo, pálido y estático al escuchar el desenlace de esa narración
se incorporo aun anonadado de el sillón y miro a Sebastian
-
¿Usted perdió
esa batalla? – pregunto incrédulo.
-
Si, Alois Trancy
me derroto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor respeta esta obra y no la robes ni la modifiques considera que es para entretener a lectores con nuevas formas de lectura y me cuesta mucho esmerarme para que esto salga bien a si que por favor respeta los derechos de autor.Por tu comprensión Gracias.