<h1>Capitulo 2. Un misterioso Sharingan - RE EDICION - </h1>

Los Gerreros del sharingan.  

Capitulo 2. Un misterioso Sharingan

La mañana se levantaba en Valquiria y nuevamente el periodista regresava a las puertas de la mansión Phantomhive.

-Buenos días joven – saluda de lejos el mayordomo.

-Buenos días Evan, ¿se encuentra es señor Sebastian? – pregunta Gurrel

-Si, el señor Sebastian lo espera en la misma habitación – indica cortésmente el anciano.

El joven periodsita entuciasmado volvio a entrar en la mancion con un brillo inmenso en os ojos. Mientras tanto en aquella habitación, el elegante hombre apresiava fu¡gasmente el anillo blanco de su mano izquierda, el golpeteo de la puerta lo distrajo de el anillo.

-Señor Sebastian, el joven Gurrel  ha llegado- indica de tras de la puerta el mayordomo.

-Adelante Evan pasen – indica Sebastian.

Ambos entraron a la habitación, el mayordomo se dio vuelta y se retiro.

-con su permiso señor- se retira.

-¿Has traido todo preparado? – interroga el. –si, todo esta listo- respondió Gurrel.

-Continiemos- ambos se sientan en los mismos sillones del dia anterior.     

- ¿Qué sucedió ese día? – pregunta Gurrel mientras la mira a los ojos

Lo ultimo que recuerdo es que el ambiente de donde estábamos se lleno de cosmos.

- ¿Qué haces? – le pregunte mientras trataba de recuperar el aliento de la sorpresa.

- Yo te abriré las puertas de tu destino – me dijo en voz seria mientras sus ojos brillaban con gran intensidad.  .  

- ¿Que paso ese día? – pregunta Gurrel.

Lo que recuerdo de ese día es que comencé a ver muchas imágenes de mi y de Alois que no había visto hasta ese momento y por alguna extraña razón me aterraban... ese no era el Alois que yo conocía, hasta que estuve apunto de perder la conciencia.

- ¡¡Sharingan del sello abre su mente¡¡ - grito mientras presionaba su dedo índice contra mi frente con fuerza.

- ¿Qué es esto?, ¿Qué haces?, ¿Quién eres? – L e pregunte  al lograr oír como la lluvia se ponía mas intensa y los rayos azotaban terriblemente la llanura.

- ¡Sebastian Phantomhive la revelación de tu verdadero destino comienza ahora! Mi nombre es Mikaell Keller y tu yo y Alois nos volveremos a ver – Me dijo mientras esbozaba una sonrisa discreta en sus labios.

Después de eso solo recuerdo el dolor del golpe que sufrí al caer al piso perdiendo la conciencia y nuevamente esas imágenes de Alois y yo volvían a pasar por mi mente ya no aguantaba mas esas horripilantes imágenes hasta que desperté, cuando lo hice estaba recostado en el colchón algo desgastado de mi cuarto con toda mi familia viéndome con cara de preocupación y pude apreciar como los rayos del re saliente sol atravesando en espacio que dejaban las nubes dispersas de la pasada lluvia entraba por la ventanilla de mi habitación, al voltear a la izquierda vi a Alois el cual estaba sentado en un banco de madera viéndome con los mismos ojos de preocupación con sus ropas sucias llenas de tierra, entonces me pude percatar de cierto tipo de mirada que Ciel quien estaba sentado a mi lado derecho le lanzaba a Alois, a pesar de que era la primera vez que Alois entraba a la casa toda mi familia lo miraba de la  misma forma que Derek y Jeams me miraban.   

- Sebastian amigo, ¿Te encuentras bien? – me pregunto Alois mientras ponía su mano sobre mi espalda.

Yo lo mire con tranquilidad mientras recordaba aquellas horribles imágenes de el en mi sueño.

-  ¿Si... si gracias Alois pero por que están todos  aquí por que me miran así? – le respondí agachando la mirada.

El echo de recordar esas escenas me sugerían que había perdido el conocimiento pero no quería alarmar a nadie pero aun así me sorprendía el echo de que Alois  estuviera en mi casa, mi familia se mostraba algo extraña con la presencia de Alois Trancy “El príncipe de Valquiria” dentro de la casa de un desterrado Phantomhive.

- Hermano, ¿Estas bien?. Te encontramos en la llanura inconsciente y te trajimos a casa – me responde Ciel con un hilo de vos leve y dudosa.

- Bueno Alois fue quien te trajo a casa, el te encontró... – responde mi madre esbozando una sonrisa pequeña.

Pude apreciar claramente la mirada de mi madre al pronunciar el nombre de Alois, su mirada reflejaba un extraño brillar de cariño y su vos me reflejaba nostalgia.

- ¿Quién era su madre – pregunta Gurrel interrumpiendo a Sebastian obligándolo a abrir los ojos y perder la imagen de el recuerdo latente en su mente de ese momento.

- Mi madre lleva por nombre, un recuerdo para muchos de los habitantes de Valquiria... – Sebastian eleva la mirada hacia el techo observando fijamente la lámpara inmensa de la habitación, perdiendo su mirada en el centro de los focos encendidos – Mi madre es “KIOMY PHANTOMHIVE” ... – cierra los ojos irritados por el deslumbramiento de  la luz.

- Gurrel pensando – “no puede ser... kiomy phantomhive... necesito conocer toda la historia – kiomy... es su madre... – Gurrel queda inmóvil –

- Si, ya te diste cuenta al igual que los nombres anteriores el de mi madre es por de mas el mas importante... así que escúchame muy bien... – Exclama Sebastian mientras golpea los brazos del sillón con sus puños cerrados.

En ese solo momento recordaba el extraño mirar de Mikaell y la sabiduría obscura con la que me hablaba, ese sharingan me sugería que mikaell era de Valquiria por el simple echo de ser usuario del sharingan pero la fatiga mental que en ese momento me acosava se vobia incesante al recordar una y otra ves las imágenes de Alois y yo en aquel terrible contexto exclamándole a mi mente “Que esta pasando con migo”.

- Sebastian ¿Que te ocurre?, seguro que estas bien – la pregunta de Alois rompió la burbuja de pesimistas pensamientos de ese momento voltee la cabeza para verle el rostro pero solo logre regresar esas imágenes a mi mente.

- Hijo ¿Qué te ocurrió?- me cuestiona mi padre fijando su mirada en mi leve jadeo por la fatiga mental que me apresaba en ese momento.

- No ha pasado padre, tal ves sea por la fatiga del entrenamiento – le respondí evadiendo su mirada para que no notara el cansancio mental y el dolor de cabeza del que sufría.

- Desacuerdo si ya esta bien levántate y despídete de tu amigo – en ese momento todo se puso muy tenso no quería voltear a ver a nadie menos a Alois.

Era raro que mi padre me demandara cosas así pero creía entender cual era la razón en un movimiento brusco alce la mirada y al ver el rostro de mi padre y entonces un sudor frio me recorrió todo el cuerpo, vi el rostro de Derek Trancy reflejado en el rostro de mi padre. Quede en estado de shock.

- Pa... Padre- tartamudee para poder articular la palabra ante la impresión que esa orden me había generado.

-  Alois, gracias por traer a mi hijo a casa – añade mi madre para romper la tención del momento, las miradas se desviaron hacia objetos inanimados.

Yo observe fijamente la chaqueta que llevaba puesta colgada en el respaldo de la silla llena de tierra provocada por el desmayo que había sufrido por la impresión de encontrarme a un usuario del Sharingan en el bosque.   

- No ha sido nada señora Phantomhive – respondió Alois con cortesía.           

Alois no pareció darle importancia a el comentario de mi padre pero sabia como era el, ese comentario me lo echaría en cara alguna.

- Y así lo hizo – menciona Sebastian con una vos muy pequeña para sus adentros mientras alzaba la mirada perdiéndose en la nada.

- Bien Alois, vamos te acompaño – me levante rápidamente de la cama y me puse como pude los zapatos para salir casi corriendo de el lugar.

En el momento que cerré la puesta pude ver la mirada de mi hermano Ciel, reflejaba un gesto de pocos amigos hasta parecía odio. Sabia perfectamente que yo desconocía muchas cosas de mi familia pero si yo siendo el mayo no sabia de eso ¿Por qué Ciel si?. O al menos eso fue lo que yo pensé en ese momento.

-Con su permiso señor Sebastian el te esta listo- dice el anciano.

-Adelante Evan, Gracias – asiente Sebastian.

-Si, aprovechare para cambiar la cinta – añade el periodista.

Sebastian mira el cuadro sobre la chimenea.

-Gracias Evan, ¿podemos continuar?- pregunta el.

-Si – responde Gurrel.

- Sebas, ¿realmente estas bien?- me cuestiona nuevamente Alois.

- Si Al, pero te tengo que contar lo que real mete me paso después de que te fuiste- le respondí con intriga en mi voz.

No me había percatado de cuanto tiempo había pasado, ya era un nuevo día, pero por que nadie me lo había mencionado. Era algo obvio que la presencia de Alois los ponía nerviosos pero como para no mencionar algo así había algo muy fuerte detrás de todo ese misterio.

- ¿Te ocurrió algo? – pregunta Alois intrigado.

- Si... cuando te fuiste camine sin rumbo por el bosque pensando en... – me detuve y no complete la frase. - varias cosas y me tope con sujeto que vestía muy raro – Alois se percato de mi silencio. – Sus ropas no eran muy comunes por el reino, bastante llamativo – continúe explicando para evadir la mirada de Alois.

- Un artesano y sus nuevas creaciones tal vez – añade Alois en tono de respuesta a mis inquietantes dudas.

- No, el poseía un misterioso sharingan que no había visto antes – mencione y Alois  se quedo estático.

- ¿Un Sharingan misterioso?, eso es imposible – exclamo el muy sorprendido.

Como sabes, es bien sabido que en Valquiria todos los sharingan son iguales y el desarrollo varia depende de las actividades de su usuario y por lógica un artesano era poco probable que despertara el poder del sharingan.

- A de mas los únicos sharingan diferentes eran los que poseían los miembros de la familia real – comenta Sebastian. – O sea la familia de Alois – añade Gurrel. – Si, o solo un descendiente de algún legendario guerrero de la guerra del cosmos, eso aumentaba el misterio de ese sharingan – responde Sebastian mientras desvía su mirada hacia su anillo blanco de su mano izquierda.

- Ya se que es imposible, pero según yo se, se tiene un registro de sharingan legendarios y únicos ¿No? – Añadí al misterio. - si... ¿pero...? – intenta articular palabras sin lograr ningún resultado. – Alois ese sharingan era uno especial – le repetí.

- Sebastian tal ves...  lo confundiste – trata de convencerme Alois.

- Eso no importa, lo que importa es que el uso su sharingan en mi – en ese momento la expresión de Alois cambio completamente, había logrado captar su atención tanto el como yo estábamos muy intrigados por ese sharingan.

- Tal ves Alois le interesaban cosas diferentes a mi sobre esos ojos – menciona Sebastian en vos de hilo, sus ojos se volvieron cristalinos.

- El llamo “Sharingan del sello” y puso su dedo en mi frente y me dijo que mi vida cambiaria a partir de ese momento – me limite a contestarle hasta esa parte evitando el hecho de las horribles imágenes que pasaban por mi mente en ese lapso de desmayo.

- Sebastian tal ves lo confundiste – repone Alois

- No yo se lo que vi créeme... – se creo un silencio largo mientras caminábamos. – ya se mañana espérame donde siempre – le indique. – Sebas ¿Qué te traes en mente? – me cuestiono. – si es un usuario del sharingan tiene que estar aquí en valquiria, así que  tu y yo mañana iremos a buscarlo – mencione.

Alois me miro fijamente por una expresión de impresión indescifrable ambos no detuvimos en la llanura. Alois accedió a acompañarme sin mucho esfuerzo, pero era para no querer reconocer que la idea de un sharingan nuevo le aterraba. Simplemente ese día no pude dormir, la forma e imagen  de ese sharingan rondaron mi mente una y otra ves las imágenes de mi mente cada ves se volvían mas nítidas, sabia que mikaell podría responderme algunas preguntas, sabia que tenia que encontrarlo.

Al siguiente día Salí lo mas temprano de mi casa con rumbo a la llanura, realmente no esperaba encontrar a Alois en la llanura.

Me Lleve una gran sorpresa cuando llegue al a llanura y Alois ya me esperaba por su expresión y su mirada oscilante de un lugar a otro acompañada de su reciente expresión de pocos amigos me indicaba que tenia ansias de irse y que llevaba tiempo esperándome.

- ¡! Alois llegaste!¡- exclame muy sorprendido.

- Si vamos Sebastian tenemos un sharingan que encontrar – exclama Alois.

Alois parecía muy entusiasmado por la búsqueda a comparación de las expresiones que el día anterior había mostrado.

Empezamos a caminar y hora a hora pasaba sin ningún resultado, calle a calle, casa a casa y local a local buscamos a que l hombre de apariencia extraña caminamos mas sin ningún rumbo en particular las nubes cada ves mas oscuras anunciaba el próximo terminar de ese día, cansados decidimos cesar la búsqueda por ese día. Durante 7 días fue la misma rutina de esperarnos en la llanura y no encontrar a nadie Alois día a día perdía mas las esperanzas y se reafirmaba que solo era una invención mía pero ese día...

- Sebastian ya es tarde y no hemos encontrado nada a demás no quiero tener problemas con tus padres – menciona Alois soltando un suspiro profundo de cansancio en medio de la llanura se sentó sobre una roca. – Tienes razón Alois tal ves ese tipo no sea de por aquí, hay que regresar... – exclame pero Alois me interrumpió. – Sebastian mira.... – inquiere Alois.

Al voltear pude ver la túnica que cubría su cuerpo exactamente la misma de aquel día esas canas empolvadas y aquellos misteriosos ojos, lo habíamos encontrado.

- ¡¡Mikaell¡¡ - grite con fuerza.

- Sebastian Phantomhive, Alois Trancy, no deben buscar la carta de su destino, tiene que dejar que el tiempo se las revele por desafiar el orden de su futuro me veré obligado a revelarles su destino yo mismo – nos miro fríamente. – ¿que tonterías esta diciendo? – lo cuestiona Alois. – Alois Trancy, tu destino esta en mis  ojos ¡¡SHARINGAN DEL SELLO, muéstrales su destino ¡¡ - grito Mikaell mientras nuevamente activaba su sharingan en nosotros.

-¡¡¡¿Qué es esto... haaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡- gritamos al unisonó-

Ese día todo cambio realmente... nada volvió a ser lo mismo jamás... – dice Sebastian mientras alza la mirada y derramaba una lágrima de su ojo izquierdo.

- Perdone por interrumpirlo, pero la cinta se ha vuelto a terminar – indica Gurrel.

Sebastian evade su rostro para no denotar su lagrimas emanantes de ese momento.

Mientras tonto al anciano mayordomo limpiaba la enorme y lujosa habitación de su propietario

-Esta parte de la historia lo hace sufrir muchísimo ¿verdad señor Sebastian?, joven Ciel, que tanta falta le hace a su hermano... – comenta el.

FINAL DEL CAPITULO 2